lunes, 13 de marzo de 2017

CINCO TRUCOS PARA QUE LOS NIÑOS COMAN FRUTA Y VERDURA

Uno de los objetivos del servicio en los comedores escolares es la de educar en la importancia de alimentarse de manera sana y saludable. Por lo que a lo largo de estos meses iremos publicando consejos nutricionales. Comenzamos hablando de la importancia de comer fruta y verdura de forma variedad y diaria.



¿Por qué es tan importante la fruta?

Es bueno que tu hijo se acostumbre a comer alimentos de todos los grupos para que no le falten nutrientes esenciales.

Y en el caso de las frutas, sus vitaminas, minerales y fibra son necesarios para regular el organismo.

Debes darle este tipo de alimentos por diferentes motivos:

Las frutas son uno de los principales aliados de los dientes. Los fortalecen porque requieren una buena masticación y también porque estimulan la producción de saliva, que es el neutralizador natural más efectivo de los microorganismos nocivos de la boca.

Gracias a que entre el 80% y 95% de su composición es agua, facilitan la eliminación de toxinas del cuerpo y nos ayudan además a mantenernos bien hidratados.

Todas son fuente de antioxidantes que protegen frente a enfermedades degenerativas, cardiovasculares y el cáncer.

Son tan ricas en fibra natural que contribuyen a regular la función intestinal, son la mejor arma contra el estreñimiento y, unido a su escaso aporte calórico, hace que sean idóneas para prevenir y regular la hipercolesterolemia, la diabetes y la obesidad.

Las que aportan potasio, como el plátano, son buenísimas para mantener el tono muscular. Y si el niño suda mucho porque hace ejercicio, ayudan a prevenir los calambres (de hecho, Nadal y Verdasco siempre comen plátanos en los descansos de sus partidos).

Comer frutas aporta elasticidad a la piel y da salud, vigor y un mejor aspecto al cabello.

Sus nutrientes son de fácil absorción, por lo que constituyen el mejor tentempié a cualquier hora (sus azúcares simples proporcionan al cuerpo energía inmediata en forma de calorías sanas) y combinan bien con todo tipo de alimentos: dulces y salados.

Según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, dar a los niños verduras y frutas ricas en vitamina C (como los cítricos) disminuye el riesgo de que padezcan infecciones respiratorias, porque refuerzan su organismo. Esta vitamina ayuda a asimilar elementos como hierro, calcio y fósforo y previene la debilidad, la anemia, los dolores articulares y la irritabilidad. Entre las frutas con un alto contenido de vitamina C están la fresa, la frambuesa, el kiwi, la naranja, la mandarina, el melón, la piña y las manzanas.

El consumo de vitamina A (en la naranja, mandarina, albaricoque, melocotón...) también contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunológico, previene problemas visuales, ayuda a combatir las infecciones respiratorias, favorece el crecimiento y facilita los procesos de cicatrización de la piel.