Los abuelos pueden aportar tanto a los nietos que ningún niño debería perderse la experiencia y sabiduría que parte de nuestros mayores. Los primeros años de la vida de un niño son básicos, y es que son como esponjas y absorben todo lo que ocurre a su alrededor. Por ello, los abuelos, junto con los padres son los referentes más cercanos que tienen los niños y de los que pueden adquirir grandes aprendizajes.
De todos mis abuelos me acuerdo con especial cariño a mi abuela materna, incluso tengo recuerdos de bien pequeña en los ella estaba presente. Recuerdo el rico olor que salía de su cocina, cómo me enseño a hacer ganchillo, lo que le gustaba hacer trampas a las cartas o cómo me cubría la cara de besos.
Ahora también veo en mis hijos lo importante que son sus abuelos para su desarrollo como personas, tanto es así que mi hijo pequeño suele 'invocar' el nombre de su abuelo cuando busca consuelo si le regaño.
Podría citar cientos de cosas que hacen bien los abuelos a los nietos, éstas son sólo algunas de ellas:
- Aprendes con ellos cosas de otras épocas, costumbres antiguas y otra forma de vivir la vida.
- Las recetas de las abuelas no tienen precio, son deliciosas y nunca volverás a probarlas tan ricas.
- Sus besos y abrazos son una de las demostraciones de afecto más sinceras.
- Te transmiten tranquilidad y una paz mayor que los padres, siempre tan estresados.
- Siempre están atentos a tus peticiones y requerimientos, incluso cuando los padres les dicen que no te mimen tanto.
- Saben qué decir para que se te pasen las penas y te suba el ánimo.
- Tienen muchas cosas que enseñarte, cosas curiosas y divertidas.
- Saben escuchar y tienen más tiempo oír tus historias.
Noticia extraída de: http://www.guiainfantil.com
Desde CATERING LUIS SOSA somos partícipes de esta reivindicación, por lo que, os mostramos unas 10 actividades para compartir con los abuelos:
1. Hojear álbumes de fotos. Nadie como ellos conocen la historia de la familia y nada como un álbum de fotos para despertar recuerdos y arrancar historias interminables.
2. Hacer postres. Galletas, islas flotantes, flanes... todas las abuelas tienen alguna receta secreta de riquísimos postres.
3. Contar las travesuras de papá. "Abuelo, cuéntame las travesuras de papá de pequeño." A esta petición no hay quien se resista.
4. Enseñar a los nietos rimas y canciones de toda la vida. Trabalenguas, adivinanzas, rimas, canciones de cuna... pertenecen a la cultura popular y seducen a todas las generaciones.
5. Papá y mamá antes de mi llegada. A los niños les cuesta entender que hubo un antes y un después de su nacimiento. Descubrir cómo se conocieron sus padres es todo un acontecimiento.
7. Plantar. Meter legumbres en un algodón humedecido para que germinen, plantar semillas en una maceta, hacer esquejes de geranios... son actividades que requieren paciencia y sentido de la observación.
8. Aprender a coser y tricotar. Hacer una bufanda para la muñeca, escribir su nombre en punto de cruz o pegar un botón, sólo lo puede enseñar una abuela.
9. Jugar al parchís, el dominio, las cartas. Con paciencia infinita, los abuelos enseñarán a los nietos los secretos de los juegos de regla.
10. Manejar el ordenador. ¿Quién enseñará a quién? Poco importa mientras se pasa un rato juntos compartiendo y disfrutando.
3. Contar las travesuras de papá. "Abuelo, cuéntame las travesuras de papá de pequeño." A esta petición no hay quien se resista.
4. Enseñar a los nietos rimas y canciones de toda la vida. Trabalenguas, adivinanzas, rimas, canciones de cuna... pertenecen a la cultura popular y seducen a todas las generaciones.
5. Papá y mamá antes de mi llegada. A los niños les cuesta entender que hubo un antes y un después de su nacimiento. Descubrir cómo se conocieron sus padres es todo un acontecimiento.
7. Plantar. Meter legumbres en un algodón humedecido para que germinen, plantar semillas en una maceta, hacer esquejes de geranios... son actividades que requieren paciencia y sentido de la observación.
8. Aprender a coser y tricotar. Hacer una bufanda para la muñeca, escribir su nombre en punto de cruz o pegar un botón, sólo lo puede enseñar una abuela.
9. Jugar al parchís, el dominio, las cartas. Con paciencia infinita, los abuelos enseñarán a los nietos los secretos de los juegos de regla.
10. Manejar el ordenador. ¿Quién enseñará a quién? Poco importa mientras se pasa un rato juntos compartiendo y disfrutando.
Fuente: http://www.guiadelnino.com