viernes, 26 de diciembre de 2014

Los 7 mitos de las comidas navideñas

Noticia extraída de: http://www.elmundo.es

Una mesa decorada para una comida navideña

Los excesos en la alimentación son tan típicos de estas fechas como el turrón o la lotería. Con al menos cuatro días de celebración por delante -sin contar las cenas de empresa o las reuniones con los amigos de toda la vida-, repasamos los mitos alimentarios a los que es fácil agarrarse cuando uno se sienta a la mesa, pese a que no tienen validez:

1. "Para compensar, hoy no como". La perspectiva de una cena de tres platos, precedida por decenas de aperitivos y culminada con varios postres, copa, café y puro, lleva a algunas personas a saltarse la comida anterior o la posterior. Casi siempre el objetivo de este ayuno es evitar una ganancia de peso, pero los expertos lo tienen claro: no sólo no sirve para no engordar, sino que es contraproducente. "Está científicamente demostrado que saltarse alguna de las comidas principales se asocia con una mayor tendencia a engordar", explica Alberto Sacristán, miembro del Grupo de Alimentación y Nutrición de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (SEMFYC). La clave está en las hormonas, aclara. "El organismo es ahorrador por naturaleza e interpreta que, si no obtiene comida en bastantes horas, la próxima vez que ingiera alimento deberá guardar las calorías por si acaso vuelve a tener carencias".

2. "Total, sólo será hoy". Dejarse llevar por la gula pensando que el de esa comida o esa cena será el único exceso es ingenuo y engañoso. "Hay que ser honesto y contar con todas las celebraciones que se plantean en el calendario. Lo que hay que hacer es intentar distribuir los excesos y ponerse metas que sabes que puedes cumplir", señala Almudena Castro, presidenta de la sección de Riego Cardiovascular y Rehabilitacion Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). Puede ayudar elegir unos pocos aperitivos y colocarlos en el plato, no picotear en la sobremesa o utilizar un plato de postre para servirse.

3. "Voy a tomar un 'protector de estómago' antes del atracón": En muchas familias, el omeprazol corre como el vino entre los comensales, pero los especialistas advierten de que este fármaco "no es inocuo" y "no debe tomarse sin prescripción médica". Está indicado "en un grupo específico de pacientes, como los que tienen una úlcera de estómago, o siguen una determinada medicación y durante un tiempo pautado. Fuera de esos casos no debería utilizarse", apunta Sacristán.

4. "No pasa nada si, por un día, no sigo la medicación". Ante la cantidad de comida y bebida que se presenta en una celebración, algunos enfermos deciden no tomar sus pastillas. Esta decisión "es un grave error", especialmente en el caso de los cardiópatas. "No se puede dejar de tomar la medicación por nada", subraya Almudena Castro. Y menos aún en unas fechas en las que "la comida suele contener más sal y grasas y se bebe más líquido", coincide Rosa López Mongil, coordinadora del Grupo de Trabajo de Nutrición y Alimentación de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG). La combinación de exceso y falta de medicación puede provocar, sobre todo en la gente mayor, una descompensación de una insuficiencia cardiaca controlada o incluso problemas cardiovasculares más graves y que no dan la cara hasta más tarde.

5. "Con todo lo que he comido, puedo beber más alcohol". Aunque no es lo mismo ingerir alcohol con el estómago vacío que con él lleno, la comida no tiene la capacidad de hacer desaparecer la bebida. "Un litro de alcohol sigue siendo un litro de alcohol independientemente de que hayas comido cuatro platos", recuerda Sacristán.

6. "De este sí puedo". Si es diabético, no se escude en los productos etiquetados como "aptos o especiales para diabéticos" para comer sin control. Lea la etiqueta y compruebe la cantidad de grasa y otros componentes que contienen. "Es preferible tomar del turrón normal una cantidad más pequeña que abusar del etiquetado como específico", añade López Mongil.

7. "Brindemos por la salud". Las Navidades es una de las épocas del año en las que "más se recuerda y se pide salud", señala Sacristán. "Pero no vale con levantar la copa. Hay que pensar qué se ha hecho realmente en el último año por mejorar la salud y qué se puede hacer al siguiente para prevenir", concluye.

viernes, 19 de diciembre de 2014

8 cambios en las etiquetas de lo que compramos en el supermercado

Noticia extraída de: http://politica.elpais.com

Interior de un supermercado en Madrid
¿Cuántas grasas me estoy comiendo si ataco esas galletas? Y ese aceite vegetal que contienen, ¿es el saludable de oliva o el saturado de coco? Desde mañana, conocer todos estos datos sobre los alimentos que compramos será algo más fácil. Después de un periodo de transición de tres años, la industria alimentaria de toda Europa tiene que aplicar un reglamento aprobado en 2011 que especifica al detalle cómo tienen que estar etiquetados estos productos. Entre otras cosas, será obligatorio informar sobre los 14 alérgenos más comunes, usar un tamaño de letra legible, identificar origen y composición exacta e incorporar datos nutricionales que permitan comparar qué alimento es más saludable.

Las 28.000 empresas españolas del sector llevan años adaptándose a la nueva normativa y la mayoría ya cumple, explica Montserrat Prieto, especialista en derecho alimentario de la Federación de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB). “Sin embargo, el reglamento permite que los productos comercializados o etiquetados antes de esta fecha puedan sigan vendiéndose hasta que se agoten las existencias. Cuánto tiempo dependerá de la caducidad de cada uno”, explica. Solo haber aprobado la letra más grande, la información nutricional y las ingestas de referencia, añade Prieto, “supone un gran logro para el consumidor y un gran esfuerzo para la industria”.


Para las asociaciones de consumidores, la normativa “es claramente una mejora”. “Sabremos más y mejor qué estamos comiendo”, asegura la OCU. Y no solo al comprar; comer fuera será más sencillo y más seguro para quienes padecen alergias o intolerancias. Sin embargo, los consumidores critican que el reglamento no haya llegado más lejos. El tamaño de la letra podría ser mayor, las bebidas alcohólicas no tendrían que estar excluidas de especificar su composición, aún no está claro qué datos deben dar los productos vendidos a granel... Y las temidas grasas trans no están recogidas. La Comisión Europea se da hasta 2016 para elaborar un informe y decidir si será obligatorio indicar su presencia en un alimento.

Estos son algunos de los ocho cambios que veremos en las etiquetas:

Ojo a las alergias. Las etiquetas deberán dejar bien claro si los alimentos contienen alergenos. Para indicar la presencia de lactosa o frutos secos, habrá que cambiar la tipología, por ejemplo con un color diferente o en negrita. Un anexo del reglamento menciona 14 alergenos. Los alimentos sin envasar (por ejemplo, en un restaurante o cafetería) también deben informar de la presencia de este tipo de sustancias, pero el reglamento permite a los Estados miembro decidir cómo. En el caso de España, se ha permitido que esta información pueda ofrecerse de forma verbal, lo que en opinión de CEACCU supone un amplio margen de inseguridad para los consumidores.

Fin de la letra pequeña. El reglamento es tan exhaustivo que incluso dice cómo tiene que ser el tamaño de letra mínimo de las etiquetas. Se trata, tal y como explica una portavoz del departamento de Salud de la Comisión Europea, de “mejorar la legibilidad”. Una persona sin problemas de visión debería ser capaz de leer bien los ingredientes. La letra debe ser de un mínimo de 1,2 mm de altura. Eso, en los envases de más de 80 centímetros cuadrados; en los de menos, puede ser de 0,9 mm. La asociación de consumidores Ceaccu, muy crítica con el nuevo reglamento, lamenta que el tamaño de letra mínimo “ha quedado muy lejos de lo que inicialmente se pretendía”. Un borrador preveía más del doble, 3 mm.

¿De dónde viene la carne? Hasta ahora, solo era obligatorio indicar el país de origen en el etiquetado de la carne fresca de vacuno, un requisito que, tal y como explican en la Agencia española de consumo, seguridad alimentaria y nutrición, se estableció durante la crisis de las vacas locas. También en el caso de las frutas y verduras, la miel, el aceite de oliva y en los casos “en los que no hacerlo puede suponer un engaño al consumidor”. A partir de ahora, también la carne fresca de cerdo, ovino, caprino y aves de corral tendrá que indicar el país de origen.

Llámalo sal. Aún es habitual leer en muchas etiquetas el contenido de sodio de un producto. Con la nueva regulación será obligatorio hablar de sal, una palabra que entiende todo el mundo.

Información nutricional. Se ha vuelto tan habitual encontrarla en un paquete de galletas o en cualquier plato preparado que es fácil pensar que era obligatorio. No lo era, pero ahora sí lo será. Las etiquetas tendrán que mostrar el valor energético, las grasas, las grasas saturadas, los hidratos de carbono, los azúcares, las proteínas y la sal. Y no valdrá incluir estos datos de cualquier forma. La declaración debería ser obligatoriamente “por 100 gramos” o “por 100 ml”, de forma que el consumidor pueda comparar fácilmente en el pasillo del supermercado el contenido nutricional para decidir qué producto le conviene más. Estas normas se aplican a partir del 13 de diciembre de 2016. Sin embargo, si se da cualquier información nutricional a partir de mañana, tiene que ser cumpliendo los requisitos del reglamento.

El DNI de las grasas. Es muy habitual ver entre la lista de ingredientes de unas patatas fritas o de unas galletas la denominación “aceite vegetal”. Hasta ahora era suficiente especificar si las grasas eran vegetales o animales. El nuevo reglamento acaba con esa laguna: hará falta el apellido. Aceite de oliva, de girasol o de palma, por ejemplo. Para Iciar Astiasarán, catedrática de Nutrición en la Universidad de Navarra, este cambio es relevante. “No todos los aceites vegetales son iguales”, asegura. “En el mundo vegetal existen grasas que son muy saturadas como la de coco. Es decir, son grasas con altos porcentajes de ácidos grasos saturados, incluso en mayor proporción que en las grasas animales”, explica. “Los ácidos grasos saturados incrementan el colesterol malo. Los ácidos grasos insaturados incrementan el colesterol bueno y reducen los triglicéridos en sangre”, añade.

Fecha de congelación. Los productos que han sido descongelados antes de ponerse a la venta tienen que especificarlo. Es importante porque el consumidor no debe volver a congelarlos en casa.

Todos los datos juntos. La información debe estar “en el mismo campo visual”. Es decir, los nutrientes, los avisos sobre alergenos, el origen, etc. deben estar juntos, de forma que de un vistazo el consumidor pueda acceder a toda la información. Hasta ahora se podía repartir por todo el envase.

jueves, 18 de diciembre de 2014

FELIZ NAVIDAD

El Catering Luis Sosa os desea unas Felices Fiestas y un prospero Año Nuevo!!! 

viernes, 12 de diciembre de 2014

Salud: Los beneficios de la dieta mediterránea

Seguir la dieta mediterránea podría provocar que se tengan telómeros más largos

Fuente: IDEAL.es

Una buena alimentación es la base de la salud. La dieta mediterránea alarga la vida. Varios estudios han determinado que mantener una dieta mediterranea es una opción viable para tener una larga vida.
La dieta mediterránea alarga la vida. Y no lo decimos aquí, en España, sino en Estados Unidos. Un estudio del Hospital Brigham y de Mujeres, en Boston (Estados Unidos) relaciona la alimentación siguiendo la dieta mediterránea con telómeros más largos, un biomarcador asociado a una vida más larga.
Los telómeros son secuencias repetitivas de ADN en los extremos de los cromosomas que se acortan cada vez que una célula se divide. Parecen tener la clave del envejecimiento, la edad biológica y la esperanza de vida se pueden predecir mediante la medición del ADN de un individuo.

viernes, 5 de diciembre de 2014

La dieta mediterránea se relaciona con una vida más larga

Noticia extraída de: 20minutos.es

Las virtudes de una dieta basada en el aceite de oliva
  • Seguir la dieta mediterránea podría provocar que se tengan telómeros más largos. 
  • Los telómeros son secuencias repetitivas de ADN en los extremos de los cromosomas que parecen tener la clave del envejecimiento. 
  • Telómeros más cortos se han asociado con una menor esperanza de vida y con un mayor riesgo de sufrir enfermedades.

La dieta mediterránea alarga la vida. Y no lo decimos aquí, en España, sino en Estados Unidos. Un estudio del Hospital Brigham y de Mujeres, en Boston (Estados Unidos) relaciona la alimentación siguiendo la dieta mediterránea con telómeros más largos, un biomarcador asociado a una vida más larga.


Los telómeros son secuencias repetitivas de ADN en los extremos de los cromosomas que se acortan cada vez que una célula se divide. Parecen tener la clave del envejecimiento, la edad biológica y la esperanza de vida se pueden predecir mediante la medición del ADN de un individuo.

"Nuestro estudio apoya aún más las ventajas de esta dieta para promover la salud y la longevidad"

Los investigadores norteamericanos han descubierto ahora que una mayor adherencia a la comida mediterránea podría provocar que el individuo tenga telómeros más largos, como describen en la edición digital del British Medical Journal. Telómeros más cortos han sido asociados con una disminución de la esperanza de vida y mayor riesgo de enfermedad relacionada con el envejecimiento, mientras que telómeros más largos se han vinculado con la longevidad.

El estrés y la inflamación aceleran el acortamiento de los telómeros y se especula que la adherencia a la dieta mediterránea puede ayudar a amortiguar este recorte de los telómeros. "Nuestros resultados apoyan aún más las ventajas de adherirse a la dieta mediterránea para promover la salud y la longevidad", afirma la autora principal del trabajo, Immaculata De Vivo, profesora asociada en la División de Medicina del Hospital Brigham y de Mujeres y la Escuela de Salud Pública de Harvard

Los autores de este trabajo analizaron a 4.676 mujeres libres de enfermedad del Estudio de Salud de las Enfermeras con mediciones de la longuitud de sus telómeros y que habían completado un cuestionario sobre frecuencia de alimentos. Los investigadores encontraron que una mayor adherencia a la dieta mediterránea e, incluso, pequeños cambios en la dieta, se asociaron con telómeros más largos.

"Nuestros resultados demuestran que la alimentación saludable, en general, se asocia con telómeros más largos. Sin embargo, la asociación más fuerte se observó entre las mujeres se adhirieron a la dieta mediterránea", subraya Marta Crous-Bou, becaria postdoctoral y autora del trabajo.

De Vivo señala que la investigación futura debe estar dirigida a determinar qué componentes de la dieta mediterránea están impulsando esta relación. Esto permitiría a los investigadores a profundizar en el mecanismo biológico, así como proporcionar una base para una mayor educación pública sobre la elección del estilo de vida.

viernes, 10 de octubre de 2014

Los consejos del pediatra para una vida escolar saludable


Noticia extraída de: http://www.saludediciones.com


Una correcta actividad física, cuidar la alimentación, las horas de sueño y proteger la espalda, claves para preservar la salud y un buen crecimiento


Los niños ya han vuelto al colegio. Pronto se cumplirá el primer mes de los 9 que cada curso los escolares entre 6 y 17 años –obligatoriamente– dedican a su paso por la escuela. Es el mejor momento para planificar una serie de normas y hábitos saludables para mejorar la vida futura.

Los especialistas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) señalan que el reinicio del curso escolar “es un buen momento para implentar hábitos de visa saludables que se mantengan durante todo el año” y que de ese modo garanticen un buen crecimiento.

ACTIVIDAD FÍSICA

“La actividad física se relaciona con un mejor rendimiento escolar y un mejor estado de ánimo de los niños”, señalan los expertos de la AEP, quienes recuerdan además que “el inicio de las clases y la vuelta a la rutina es un momento idóneo para incorporar hábitos sanos en la vida de los niños”.

El doctor Gerardo Rodríguez, coordinador del Grupo de trabajo de Actividad Física de la AEP, destaca que “una actividad física se relaciona con un mejor rendimiento escolar y con un mejor estado anímico de los niños, previene el sobrepeso y las enfermedades cardiometabólicas”.

Por eso el especialista recomienda “un mínimo de una hora diaria de actividad física moderada-intensa”, es decir, adecuada para la edad y constitución física de cada niño, rasgos éstos que los padres deberán consultar con especialistas para programar mejor este tipo de actividades.

Las actividades extraescolares deportivas, los paseos en familia, las actividades al aire libre y reducir las horas de consumo de televisión son formas de aumentar la actividad física de manera divertida y amena, añade el especialista de la AEP, indicando ‘trucos’ para lograr estos fines.

DORMIR LO QUE TOCA

El sueño y su higiene (orden, comodidad, disciplina) son elementos básicos del desarrollo de la salud y del rendimiento del niño. No se les puede permitir acostarse tarde y a horarios irregulares. Los niños en edad escolar deben dormir entre 9 y 11 horas como mínimo.

Está demostrado que una correcta higiene del sueño favorece el aprendizaje, la asimilación de experiencias y el crecimiento.

Añade el especialista: “Hay que acostumbrar a los niños a la rutina del sueño escolar lo antes posible” indica el Dr. Rodríguez.

Para que la adaptación sea progresiva, se recomienda que un par de semanas antes de volver al cole, se acostumbre a los niños a acostarse pronto y seguir los horarios escolares.

De hecho, muchos especialistas recomiendan que aún en verano se mantengan horarios fijos, aunque más relajados.

LA ALIMENTACIÓN

Tras los hábitos alimenticios probablemente más relajados del verano, es importante volver a controlar de cerca la rutina alimentaria, aprovechando para ello el inicio del colegio. El desayuno es parte clave de la alimentación del niño. Debe cubrir el 25% de las necesidades calóricas diarias.

Niños en el aula bostezando, con problemas para concentrarse y con carencias en las actividades deportivas, pueden tener un problema nutricional, que no se solucionará con bollería industrial o embutidos grasos de baja calidad.

Un desayuno completo –explica el especialista de la AEP–debe incluir lácteos, cereales y fruta. Si el niño come en el colegio, se debe revisar el menú al comedor escolar para planificar las comidas de casa: “Hay que ser proactivos en la alimentación de nuestros hijos y saber qué comen”.

El Dr. Rodríguez también recomienda dejar de lado la bollería industrial y “aprovechar a media mañana o la hora de la merienda para incluir fruta en la dieta en forma de piezas enteras, no de zumo”. De esta manera se disfrutará de los beneficios de una alimentación equilibrada.

MOCHILAS PELIGROSAS

La Organización Médica Colegial (OMC) y la Fundación Kovacs han puesto en marcha una nueva campaña con el objetivo de prevenir las dolencias en la espalda de los escolares y reducir su impacto durante su niñez y futura vida adulta.

Una parte de esta campaña se basa en corregir el excesivo peso del material escolar que los niños cargan diariamente, la incorrecta manera de transportarlo, o el mobiliario escolar inadecuado, también constituyen factores asociados a un mayor riesgo de sufrir dolor de espalda.

El presidente de la Fundación Kovacs destaca que “el peso de la mochila no debe superar el 10% del peso corporal del escolar, sin embargo, los datos disponibles reflejan que como mínimo un tercio de los escolares superan ese límite”.

En este sentido, cuanto mayor sea el tiempo y peso de transporte de la cartera o mochila, y peor el estado muscular del niño, hay mayores posibilidades de padecer dolencias lumbares.

Estudios internacionales demuestran que los escolares que tienen taquillas en sus colegios padecen menos dolores de espalda, ya que no se ven obligados a transportar tanto peso de forma habitual.
Por ello, esta campaña recomienda a los pequeños no llevar más peso del necesario y si se dispone de taquilla en el colegio, usarla para no cargar innecesariamente la espalda.

Para llevar el material escolar, el Dr. Kovacs propone como alternativa a la mochila tradicional aquellas que tienen ruedas, para que la espalda no soporte el peso que los niños tienen que transportar a diario.

“Y si la mochila es de tirantes, lo mejor en edades tempranas es situarla relativamente baja, en la zona lumbar, tan cerca del cuerpo como sea posible, y sujeta con un cinturón de manera que no se bambolee”.


viernes, 26 de septiembre de 2014

La obesidad es un desorden de aprendizaje que puede corregirse

 


Noticia extraida de: www.abc.es

La obesidad es un desorden de aprendizaje que puede corregirse
                                      FOTOLIA
         Todo alimento puede ser parte de una alimentación saludable siempre que sea consumido con moderación

Es necesario abordar el problema de obesidad desde una nueva perspectiva que involucre al placer en la ecuación –tanto elegir qué comer, como en la elección de la actividad física- pues los esfuerzos basados en la restricción, la prohibición y la regulación han fracasado en su propósito, apuntan los expertos reunidos en la IV Serie Científica Latinoamericana 2014, celebrada en Buenos Aires (Argentina).
Así Mónica Katz, de la Universidad Favaloro de Argentina, aseguró que «la obesidad es un desorden de aprendizaje», que puede corregirse porque las personas son capaces de aprender o desaprender conductas que afecten su estado de salud y bienestar. Esta especialista en nutrición considera que el placer no es un «extra» en nuestra vida, sino un componente central que guía nuestras decisiones y puede aprovecharse para incorporar hábitos saludables. «Está demostrado que los esfuerzos para reducir el sobrepeso basados en la restricción, la prohibición y la regulación han fracasado», señaló.
Para Katz «la comida es un estímulo fisiológico, no puede ser adictiva porque al comer estamos respondiendo a una necesidad de nuestro organismo. No se puede ser adicto a una recompensa natural, porque el placer que encontramos en ello son respuestas naturales». Y añadió que la «demonización» de determinados alimentos está limitando la creación de un espíritu crítico y de discernimiento personal sobre lo que más le conviene al individuo para lograr una sana alimentación.

Por el placer de comer

La experta cree que los estímulos placenteros guían el aprendizaje, ya que de forma natural el cerebro busca repetir aquellas acciones que generan sensaciones agradables y provocan la liberación de dopamina en el flujo sanguíneo. Así, es posible utilizar este sistema de recompensas para mantener una dieta balanceada reencontrando el placer en la comida, en porciones adecuadas.
En esto coincidió Paul Rozin, de la Academia Americana de las Artes y las Ciencias, quien afirmó que no se debe sacrificar el buen sabor de los alimentos por su contenido calórico, sino encontrar la medida adecuada en las porciones para poder disfrutar de la comida, sin que ello se traduzca en un aumento de peso.

'Paradoja francesa'

Rozin explicó la llamada “paradoja francesa”, como se ha llamado al hecho que Francia tiene un 50% menos obesidad que EE.UU., aún cuando los galos comen con más grasas. Rozin recordó un estudio en el que compararon matemáticamente los tamaños de productos alimenticios individuales de supermercados franceses y norteamericanos. La medición demostró que la ración media de comida en París es de 277 gramos versus los 346 gramos que adquiere en la ciudad estadounidense. Es decir, en EE.UU. las porciones promedio por unidad son 25% más abundantes que en Francia.
«Pienso que la mejor manera de solucionar el reto del sobrepeso es a través de una economía de libre mercado. Hace años las empresas alimentarias respondieron al interés público en los alimentos bajos en grasas y los alimentos orgánicos. Ahora, las empresas alimentarias en EE.UU. están produciendo porciones más pequeñas. Esta solución es mucho mejor que la regulación», afirmó Rozin.
Como conclusión, Katz afirmó que la mayoría de las estrategias para mejorar los hábitos de vida en la población han sido basadas en la información o enfoques punitivos y prohibitivos. «Comer rico es un derecho. Todo alimento puede ser parte de una alimentación saludable siempre que sea consumido con moderación», concluyó.

viernes, 12 de septiembre de 2014

¿Hasta qué edad debe tomarse la merienda?

Noticia extraída de: http://www.abc.es

FOTOLIA

A menudo relacionamos la merienda como una comida para los más pequeños de la casa, sin embargo deberíamos realizarla durante toda nuestra vida. La merienda evita que pasen muchas horas sin comer entre la comida y la cena y de esta manera ayuda a moderar la ingesta a la hora de cenar, ya que estamos más saciados.

Por otro lado, facilita que sigamos una alimentación variada y equilibrada. Para merendar podemos elegir una fruta, leche o yogur, frutos secos o un pequeño bocadillo por ejemplo.

 Responde Blanca Lozano, diplomada en Nutrición Humana y Dietética y licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. Dietista-Nutricionista del departamento de Nutrición y Salud de Unilever.



viernes, 27 de junio de 2014

FELIZ VERANO

Desde el equipo de trabajo de El Catering Luis Sosa, os deseamos un muy feliz verano.

viernes, 20 de junio de 2014

Actividades realizadas en los talleres del comedor escolar

¡¡¡ LLEGÓ EL VERANO!!!

Los usuarios junto con nuestras monitoras y pinches del servicio de comedor del CEIP. Alcalde León Ríos en la localidad sevillana del Viso del Alcor, han realizado una serie de actividades y juegos en el taller de dicho centro escolar, con motivo de las vacaciones de verano, y lo han querido mostrar con sus dibujos y pinturas. 

A continuación, os exponemos algunos de esos trabajos plasmados por los más peques de nuestros usuarios de comedor. 
 
CEIP. Alcalde León Ríos

viernes, 13 de junio de 2014

Ensaladas, cuidado con lo que añades

Noticia extraída de: http://www.abc.es

Algunos ingredientes y aderezos convierten una opción ligera en un plato altamente calórico.
La base de la ensalada tienen que ser los vegetales

«Hoy ceno ligero. Voy a hacerme una ensalada». Cuántas veces hemos hecho esta declaración de intenciones y hemos acabado preparando un plato que se parece a cualquier cosa menos a una ensalada. A saber: quesos grasos, cebolla frita, bacon, pollo rebozado, crutons, salsas de bote... Y luego ponemos cuatro hojas de lechuga. En nuestro afán de elaborar un plato único y sabroso convertimos una alternativa sana en algo altamente calórico y con más grasas que un chuletón. «La base de una ensalada tienen que ser los vegetales, si no predominan, estamos ante otra cosa», señala a a ABC el doctor Vicente Pascual, miembro del Grupo de Trabajo de Nutrición de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen). 

Otro de los errores que solemos cometer es pasarnos de cantidad. «Como es plato único, hay gente que utiliza una ensaladera familiar para una sola persona. Con un plato hondo de tamaño normal lleno de vegetales hasta arriba es suficiente», explica a ABC Elena Pérez Montero, nutricionista del Hospital Universitario Quirón Madrid. Si la queremos de guarnición, será suficiente con la mitad de un plato llano.

Incluir una ensalada en nuestra dieta diaria, ya sea como plato principal o como acompañante, es una buena manera de aumentar la ingesta de vegetales. Tenga en cuenta que, según un reciente estudio de la Universidad de California, publicado en «Journal of Epidemiology and Community Health», comer siete piezas de verduras y frutas al día reduce el riesgo de muerte a cualquier edad en más de un 40%. Además, al comerlos frecos, «aprovechamos mejor sus vitaminas y minerales», añade la nutricionista.

Para convertirla en un plato completo podemos aumentar la proporción de carbohidratos añadiendo algo de pasta, arroz o patata; la grasa queda cubierta con el aceite de oliva, que es cardiosaludable, y las proteínas en forma de pescado, carnes magras, frutos secos, huevo duro, queso fresco, etc. Pero controlando las cantidades. Por ejemplo, con el aceite de oliva, especialmente cuando añadimos pescados en conserva que ya lo incorporan, o aceitunas y aguacate, ricos en ácido oléico. «Lo justo son cinco gramos de aceite (una cuchara de postre) para una ración de ensalada», apunta la doctora Carmen Gómez Candela, jefa del Servicio de Nutrición del Hospital Universitario La Paz. Piense que una cucharada sopera de aceite de oliva son unas 90 calorías y que lo recomendable es no pasarse de cuatro al día.

Salsas con grasas y azúcares

Además del tradicional aceite y vinagre, ahora podemos encontrar en el supermercado gran variedad de aderezos. Tenga cuidado. Algunos disparan las calorías del plato y son poco recomendables por su alto contenido en grasas, azúcares y sal. «Pueden tener casi el doble de calorías que una cucharada de aceite y más aditivos», advierte Pérez Montero. Incluso algunas presentaciones comerciales del tan de moda vinagre de módena incluyen caramelo o azúcares añadidos, por lo que hay que moderar su consumo. «El aporte extra de azúcares refinados no es aconsejable», advierte el doctor Vicente Pascual. Mire siempre la etiqueta.

«En la medida de lo posible es recomendable hacer las salsas en casa», aconseja la doctora Gómez Candela. Para ello, puede utilizar condimentos ligeros que dan sabor y no tienen apenas calorías como las especias, las hierbas, el yogur o el vinagre.

Qué ingredientes podemos añadir
Verduras y hortalizas: Son la base de la ensalada. Aportan antioxidantes, hidratos de carbono, vitaminas, minerales y fibra.
Legumbres: Las lentejas, los garbanzos y las alubias tienen antioxidantes, fibra, y proteinas en cantidad igual a la carne, pero sin grasa.

Fruta: Una carga extra de vitaminas y antioxidantes. Si se mezclan los cítricos con las lentejas, el hierro se absorbe mejor.
Frutos secos: Muy calóricos, pero unas nueces, avellanas o almendras aportan antioxidantes y omega 3, beneficioso para el corazón.
Aceite de oliva y aceitunas: Ricos en ácido oléico, cardiprotector, vitamina E y polifenoles.
Aguacate: Muy saciante. Tiene vitaminas, minerales, aminoácidos esenciales, proteínas de alta calidad, y es alto en ácido oleico.
Huevo: Contiene proteínas de la más alta calidad, vitaminas A, E y D; lecitina, vitamina B12 y ácidos grasos como el omega 3.
Carnes magras: El pollo y el pavo aportan proteínas sin añadir demasiadas calorías siempre que lo tomemos a la plancha o cocido.
Pescados: El atún en conserva es un clásico, pero también se pueden añadir otros pescados hervidos o sellados en la sartén.
Quesos: Si se quiere cuidar la línea mejor optar por los bajos en grasa. Atención con la mozzarella, que parece ligera, pero es de los que más grasa contiene. 

viernes, 6 de junio de 2014

Los lácteos desnatados son mejores para nuestro corazón

Noticia extraída de: http://sevilla.abc.es

Hasta ahora se había estudiado la asociación entre el consumo de lácteos y los malos resultados en varios parámetros cardiovasculares, pero no se había diferenciado entre los productos enteros y desnatados.

Los lácteos, mejor desnatados

Un estudio realizado por la Unidad de Investigación del centro de salud La Alamedilla, perteneciente al Instituto de Investigación Biomédica de Salamanca (IBSAL), muestra que las personas que habitualmente consumen productos lácteos desnatados presentan mejores parámetros de salud cardiovascular que aquellas que toman lácteos enteros.

La investigación, que acaba de ser publicada por el «Nutrition Journal», incluyó a 265 pacientes sometidos a dos pruebas que se consideran marcadores de enfermedad cardiovascular. Una de estas pruebas se centra en la carótida, la arteria del cuello que lleva la sangre a la cabeza. En concreto, mide el grosor de la íntima, la capa interna de la arteria. La segunda prueba es la velocidad de onda de pulso, que mide la rigidez arterial. Además, a los participantes en el estudio se les pasó un cuestionario sobre la frecuencia de consumo de alimentos para distinguir entre los consumidores de leche, quesos, yogures y otros lácteos desnatados y enteros.

Claramente, «la diferencia está en la cantidad de grasa», señala José Ignacio Recio, investigador del centro de salud de Salamanca. Al eliminar las grasas, los lácteos desnatados contribuirían a tener un menor riesgo cardiovascular, algo que no se había demostrado. «Hasta ahora se había estudiado la asociación entre el consumo de lácteos y los malos resultados en estos parámetros cardiovasculares, pero no se había diferenciado entre los productos enteros y desnatados», agrega.
Esta publicación forma parte de un amplísimo estudio sobre salud cardiovascular denominado EVIDENT, coordinado por los profesionales de La Alamedilla, que forman parte del IBSAL y de la Universidad de Salamanca. En la investigación participaron más de 1.300 personas de entre 20 y 80 años de varias ciudades de España sin patologías cardiovasculares previas. Las pruebas se realizaron entre 2010 y 2012, pero los resultados son tan amplios que se siguen publicando en la actualidad. En la parte que se ocupa de productos lácteos solo se incluyeron a los pacientes de Salamanca debido a la complejidad de las pruebas.

Los participantes fueron divididos entre consumidores de lácteos enteros y desnatados y cada uno de estos grupos fue, a su vez, dividido en tres: los que consumían más de 125 gramos de estos productos (aproximadamente medio vaso de leche o un yogur), los que consumían hasta esa cantidad y los que no consumían. La tendencia que se dibuja es clara: a mayor ingesta de productos lácteos enteros la velocidad de onda de pulso presenta valores más elevados y el grosor de la íntima de la carótida es mayor.

Por el contrario, cuanto mayor es el consumo de productos desnatados, los valores de estos dos parámetros son menores. El resultado fue corroborado por otro tipo de prueba que no dividió a los sujetos en grupos, sino que analizó el consumo total.

Grasa en arterias

En definitiva, la cantidad de grasa de aportan los lácteos enteros contribuye a la rigidez arterial y a la aterosclerosis o acumulación de lípidos en las paredes arteriales. Los valores elevados de grosor de la íntima de la carótida y de velocidad de onda del pulso arterial se relacionan con una mayor frecuencia de eventos cardiacos, como los infartos, de manera que parecen muy relevantes para medir la salud cardiovascular.

Además, esta asociación con los lácteos es independiente de otras variables, ya que los resultados están ajustados en función de otros factores que pueden influir, como la edad, el sexo, el índice de masa corporal, la ingesta energética total, ser fumador o tomar fármacos para el colesterol o la hipertensión, entre otros.

jueves, 29 de mayo de 2014

Consumers International promueve una Convención mundial por una alimentación más saludable

Fuente: http://es.consumersinternational.org

Consumers International y la Federación Mundial de Obesidad (World Obesity Federation) están llamando a la comunidad internacional a desarrollar una convención mundial para luchar contra los problemas de salud relacionados con la dieta, similar al marco legal para el control del tabaco aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud que entró en vigor en 2005.
 

Las dietas poco saludables ya superaron al tabaco como causa mundial de enfermedades no transmisibles (ENT).
Los dos organismos internacionales de membresía lanzarán oficialmente sus Recomendaciones hacia una Convención Global para proteger y promover las dietas saludables en la Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra.
 
global obesity report cover

Compromiso vinculante

Las Recomendaciones llaman a los gobiernos a hacer un compromiso vinculante para introducir una serie de medidas políticas destinadas a ayudar a los consumidores a tomar decisiones más saludables y mejorar la seguridad alimentaria y nutricional para todos.
Las medidas incluyen controles más estrictos sobre la comercialización de alimentos, la mejora de la entrega de información nutricional, lo que requiere la reformulación de productos alimenticios no saludables, elevar los estándares de los alimentos que se ofrecen en las instituciones públicas y el uso de instrumentos económicos para influir en los patrones de consumo.
La publicación de las Recomendaciones coincide con el 10 º aniversario de la Estrategia Mundial de la OMS sobre Régimen Alimentario y Actividad Física y Salud, que reconoció el impacto de las dietas poco saludables y los estilos de vida.
Desde entonces, sin embargo, las muertes atribuibles a la obesidad y el sobrepeso a nivel global han aumentado de 2,6 millones en 2005 a 3,4 millones en 2010, intensificando así la presión sobre los gobiernos para que tomen medidas más enérgicas para hacer frente a la creciente epidemia de la obesidad y las consecuentes enfermedades crónicas.

El impacto

La Directora General de Consumers International, Amanda Long dice: "La magnitud del impacto de los alimentos poco saludables en la salud de los consumidores es comparable al impacto de los cigarrillos. La industria de alimentos y bebidas ha dilatado la realización de un cambio significativo y los gobiernos se han sentido incapaces o no están dispuestos a actuar.
"La única respuesta que queda para la comunidad global es un convenio marco, por lo que instamos a los gobiernos a considerar seriamente nuestras recomendaciones para lograr lo. Si no lo hacen, corremos el riesgo de experimentar décadas de obstrucción por parte de la industria y una repetición de la catastrófica crisis de salud global causada por fumar."

La magnitud

El Director de Políticas de la Federación Mundial de Obesidad, el Dr. Tim Lobstein, dice: "La prevalencia mundial de obesidad - definida como un IMC ≥ 30 - se duplicó entre 1980 y 2008, con el 10% de todos los hombres en todo el mundo, y el 14% de todas las mujeres.
"Esto es 205 millones de hombres y 297 millones de mujeres, más de 500 millones de personas obesas. En términos de números, Estados Unidos es el primero, pero es seguido de cerca por China, Brasil y México.
"Estas cifras muestran la magnitud del problema a tratar. Si la obesidad fuera una enfermedad infecciosa habríamos visto miles de millones de dólares invertidos para controlarla.
"Pero debido a que la obesidad es causada en gran medida por el consumo excesivo de alimentos grasos y azucarados, hemos visto a los responsables políticos dispuestos a asumir los intereses de las empresas que promueven estos alimentos. Los gobiernos deben adoptar medidas colectivas y un convenio marco les ofrece la oportunidad de hacer esto."
La obesidad es el mayor factor de riesgo para una amplia gama de enfermedades no transmisibles. Las cifras muestran que en 2008, 36 millones de personas murieron a causa de enfermedades no transmisibles, lo que representa un 63 por ciento de las 57 millones de muertes en el mundo ese año. En 2030, este tipo de enfermedades se prevé que cobre la vida de 52 millones de personas.

viernes, 23 de mayo de 2014

¿Por qué nos cuesta tanto llevar una dieta saludable?

Fuente: http://blogs.cadenaser.com

No deja de ser sorprendente como, a pesar de los tiempos que corren, del avance científico, del estar inmersos en llamada era de la información y todo eso, la población parece estar mucho más perdida en relación a lo que come y deja de comer… y, además, elegir peor; al menos así lo indican los datos (véanse las páginas 31 y siguientes del anterior enlace). Peor que, por ejemplo, hace unos cuantos años, pongamos 40 ó 50, cuando no había tanta información, ni medios de acceso a la misma, ni había una mayor preocupación y, sin embargo, se comía mejor que ahora. ¿Nos hemos vuelto locos? No lo sé, pero de lo que no cabe duda es que algo está fallando.
Me explico, hace esos mismos años a los que me refiero no había tantos profesionales de la nutrición (como es el caso de quien ahora les hace llegar estas líneas) tratando de transmitir a la población qué y qué no es más recomendable comer. Los menús los confeccionaba una persona en casa y, por lo general eran bastante más equilibrados y adecuados de lo que ahora lo son. ¿Dónde está el problema? ¿Por qué en este sentido hemos más involucionado que avanzado en lo que se refiere a

obesidad 1

un mejor hacer y, lo que es más curioso, en la tranquilidad de saber que así se hace?
En mi opinión la respuesta no es sencilla. Son muchas las circunstancias que nos han llevado en sentido contrario al deseado y sería difícil atribuirles un peso específico a cada una de ellas. Entre esas circunstancias están sin lugar a dudas el cambio en la organización de los tiempos de trabajo, la redistribución con respecto a antaño de las llamadas “labores domésticas” (ya era hora), las nuevas y omnipresentes “soluciones” de la industria alimentaria para dar cuenta del acto alimentario, la presencia de
“profesionales del tipo “aprovechategui” que saben hacer bueno aquel dicho de “a río revuelto ganancia de pescadores” y… por supuesto (aunque nos pese y parezca lo contrario) una mayor despreocupación por nuestra parte a la hora de tomar el pulso real a ese acto alimentario, tan humano, tan familiar, tan nuestro, tan cercano… al menos antes.

Así pues, creo que el principal error de nuestro tiempo para terminar por llevar una alimentación más adecuada es la despreocupación. Aunque parezca y expresemos lo

comida precocinada
 
contrario. Cada generación sabe menos que la anterior de cocina y por lo tanto se dedica menos tiempo a los fogones, se planifica menos, se pasa menos tiempo en los mercados comprando comida de verdad (y más en los supermercados) cada vez más se recurre al uso de platos preparados, a la compra de propuestas alimenticias enlatadas, termoselladas y engalanadas con una miríada de alegaciones salutíferas en sus envases. Comemos más veces fuera de casa y al llegar a la misma, cuando finalmente toca, se abre un bote, o se levanta el auricular del teléfono para hacer un encargo de comida a domicilio.
Posiblemente haya muchos elementos particulares que maticen y modifiquen en cada caso particular este paradigma del actual comportamiento alimentario. Pero como digo, en mi opinión, antes de llegar a ellos y en líneas generales lo que se debería hacer es poner más el acento en empezar a ser, o ser más, los actores principales en la planificación de nuestra alimentación y



Kat-z-1888
 
de los que, como padres y madres, dependen de nosotros. Si nosotros no lo hacemos bien, ya sea porque no queremos o porque no sabemos, no sé como diantre pretendemos que nuestros hijos terminen por comer bien el día de mañana.
Al final, tal y como en cierta medida transmite la peli de Disney “El Rey León” y su tema principal “el ciclo de la vida”… ellos terminarán siendo y haciendo aquello que nosotros les propongamos ser y hacer. O, al menos, el hacerlo de una determinada forma ayudará a incrementar las probabilidades de que ellos lo hagan así.
Entonces, retomemos la manija de nuestra alimentación, impliquémonos como antes se hacía y compartamos ese conocimiento para que no se pierda… incluidas las recetas.

viernes, 16 de mayo de 2014

Actividades realizadas en los talleres del comedor escolar

FERIA DEL VISO DEL ALCOR

Con motivo de la festividad local de la feria en el municipio del Viso del Alcor (Sevilla), los usuarios del servicio de comedor del CEIP. Alcalde León Ríos perteneciente a la mencionada localidad, han querido plasmar esta celebración a través de varias actividades y juegos que han desarrollado en el taller de dicho centro escolar.

 
CEIP. Alcalde León Ríos

viernes, 9 de mayo de 2014

Fomentar el ejercicio físico y una alimentación saludable en el colegio permite reducir la obesidad infantil

Noticia extraída de: http://www.teinteresa.es

La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) ha demostrado que la intervención comunitaria en el colegio en edades tempranas, fomentando la alimentación saludable, promoviendo ejercicio físico y reduciendo la exposición a las pantallas, reduce los casos de obesidad infantil.

Así lo ha explicado este lunes en rueda de prensa la delegada de Salud del Ayuntamiento, Cristina Iniesta, al presentar los primeros resultados del programa de Prevención de Obesidad Infantil en Barcelona (Poiba), un proyecto iniciado hace dos años en alumnos de tercero y cuarto de Primaria que actualmente se lleva a cabo en un centenar de escuelas de la ciudad y en 4.000 menores.

Según los datos del Poiba, los alumnos que siguieron el programa presentaron al final del mismo un 7,3 por ciento menos de obesidad que aquellos que no lo siguieron, lo que en términos relativos significa que la intervención tiene capacidad para evitar uno de cada tres nuevos casos de obesidad, ha asegurado el coordinador del programa, Carles Ariza.

"Cuando se invierte en una edad determinada, el niño puede evitar nuevos casos de obesidad infantil", ha subrayado Iniesta, quien ha destacado la bondad de que la intervención sea comunitaria y desde diferentes puntos de vista para lograr resultados, ya que es la suma de iniciativas lo que repercute en la obtención de mejores resultados.

La delegada de Salud ha asegurado además que a partir del nuevo curso el programa se implementará en todas las escuelas de la ciudad que así lo soliciten y a partir de los tres años de edad, lo que representa su consolidación en el currículo escolar.

"Estamos bastante satisfechos" con resultados incluso mejores de los esperados, ha agregado Ariza, al destacar la bondad de una intervención múltiple y recordar que el exceso de peso se ha enquistado en cerca del 30 por ciento entre la población infantil.

El Poiba dividió a los alumnos entre un grupo de intervención y otro de control, y aunque no apreció cambios significativos en el índice de masa corporal, más difíciles de medir y que requieren mayor continuidad en el tiempo, sí que lo hizo al medirse la grasa corporal por pliegos cutáneos, ha insistido Ariza, quien ha asegurado que, en caso de seguir a rajatabla el programa, la diferencia aumenta de un 7,3 a un 11,2 por ciento y los casos evitados se multiplican del 36,7 al 56,3 por ciento.

CAMBIOS FAVORABLES

El 70% de los alumnos expuestos a la intervención del programa realizaron una implementación satisfactoria del mismo, lo que repercutió en cambios favorables en el consumo de agua, carne, frutas y verduras, así como una reducción en el consumo de dulces y patatas fritas.

Asimismo, se han apreciado cambios estadísticamente significativos en la mejora de indicadores de conducta alimentaria como no cenar ante la televisión y comer acompañado, aumentar las horas de educación física al aire libre, pasar menos horas frente a pantallas de dispositivos electrónicos y mejorar el conocimiento de los hábitos saludables.

El Poiba ha detectado también que los resultados son mejores en familias y barrios con niveles socioeconómicos elevados y autóctonos, lo que Ariza achaca a un mayor acceso a una alimentación saludable y a espacios para hacer deporte, así como a una mayor capacidad de los padres para conciliar el trabajo y la atención de sus hijos.